La reciente imposición de la ley marcial en Corea del Sur ha desatado una ola de protestas y podría culminar en un juicio político contra el presidente Yoon Suk Yeol. La medida, que duró menos de 24 horas, fue rápidamente anulada tras una sesión extraordinaria del Parlamento, donde los legisladores, rodeados por tropas fuertemente armadas, votaron por unanimidad para revocar la orden presidencial.
La crisis comenzó cuando Yoon anunció la declaración de ley marcial la noche del martes, prometiendo erradicar las “fuerzas antiestatales” y criticando las acciones del Parlamento que buscaban desafiar a su gobierno. Sin embargo, la reacción pública fue inmediata y las protestas en varias ciudades llevaron a que la ley fuera levantada en la madrugada del miércoles. La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, invalidó la decisión a las pocas horas.
Los partidos de oposición, liderados por el Partido Democrático, presentaron una moción para someter a juicio político al presidente, acusándolo de una grave violación constitucional al declarar la ley marcial sin cumplir con los procedimientos establecidos. Para que la moción avance, se necesitaría el apoyo de dos tercios del Parlamento y al menos seis de los nueve jueces de la Corte Constitucional tendrían que respaldar la destitución.
El Partido Democrático, que controla la mayoría en la Asamblea Nacional, argumentó que la decisión de Yoon fue una “grave violación de la Constitución” y un acto de “rebelión” que justificaría su destitución. La moción podría someterse a votación este viernes.
Además, varios altos funcionarios, incluido el ministro de Defensa, Kim Yong Hyun, ofrecieron su dimisión tras la controversia, mientras el país se recuperaba de la conmoción provocada por la inesperada medida. Kim, quien habría recomendado la imposición de la ley marcial, también enfrentaría un proceso separado en el Parlamento.
La situación sigue siendo incierta, pero si la moción de juicio político avanza, Yoon perdería sus facultades presidenciales hasta que la Corte de Constitucionalidad tome una decisión final sobre su futuro político.
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