Claudia y Xóchitl, aspirantes presidenciales que no levantan entusiasmo.
Sheinbaum administra su ventaja; Gálves usada por Alito y Marko Cortés.
Eruviel Ávila con hilos de poder en el PRI, en el Verde y ahora en la 4T.
Casi cuatro meses de gobierno y no hay fotografía oficial de Delfina.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
Inicia el 2024, año de definiciones políticas a nivel nacional y estatal. En el contexto de la elección presidencial, la contienda no llega a levantar entusiasmo y pareciera que las candidatas solamente administran su circunstancia. Por un lado, Claudia Sheimbaun sigue en su estrategia de mantener la ventaja que todos los sondeos de opinión le dan. Incluso hoy mismo, el periódico El Heraldo publica una encuesta de la empresa Covarrubias y Asociados que le da a Claudia, de la alianza Morena-PT-Verde, un 55% contra un lejanísimo 22% de Xóchitl del PRI-PAN-PRD.
Lo importante en la interpretación de este nuevo ejercicio estadístico es que Claudia simplemente cuida la cómoda ventaja con la que inició, opera según le dictan línea de palacio nacional y no se mete en debates estériles; inteligente su postura, aunque un tanto aburrida. Sheinbaum está en el campo defendiendo los logros de su jefe Andrés Manuel López Obrador y no se ve para cuando pueda tener personalidad propia y dejar de seguir el guion que le marcan. Así operaba el tristemente célebre Maximato.
Por el lado de la oposición, Xóchitl Gálvez evidencia que su irrupción en el escenario nacional fue muy fugaz, sus reacciones espontáneas fueron simplemente puntadas de ocasión que hacían que los más ingenuos albergaran esperanzas. Xóchitl es víctima de muchas cosas, pero sobre todo ha sido manipulada por el inquilino de Palacio Nacional, que con su retorcido colmillo (también de intenciones torcidas) la elevó para sacarla de la contienda por la CDMX, donde sí podía haber ganado y luego la empujó al abismo de los intereses aviesos del PRI-PAN-PRD… ellos sólo querían sus posiciones en las legislaturas.
Al PRIAN nunca le interesó el proyecto de Xóchitl, y mucho menos cuando ella misma tropieza con su lengua: en su inicio de campaña señaló a los políticos “ladrones, huevones y pendejos” (sic) y junto a ella los dirigentes de los partidos que la impulsan: del PRI, Alito Moreno; del PAN, Marko Cortés y del PRD, Jesús Zambrano. Xóchitl tampoco sido ella misma, pues repite los conceptos y estereotipos del senil y desubicado de Vicente Fox que en nada le ayuda; Gálvez no entiende todavía su papel como candidata a la presidencia de la república y por lo que se ve, nunca lo va a entender.
Con Samuel García de candidato por Movimiento Ciudadano la contienda se estaba terciando, evidentemente le quitaba votos a PRI-PAN-PRD pero también y quizá más a Morena-PT-Verde; Samuel podía haber capturado un electorado indeciso, cansado de los “más de lo mismo y de los mismos”, de los hartos incluso de AMLO. Al final del día Xóchitl hubiera sido más competitiva con Samuel en la boleta; pero a los del PRI y PAN no les convenía y le torcieron la mano a Samuel para bajarlo de la contienda. Una vez más, la primeriza de Xóchitl fue sacrificada; y los ganones fueron, por un lado, Claudia Sheinbaum y por el otro Alito y Marko Cortés porque se quedan con más plurinominales.
Conclusión: Claudia nada de a muertito, Alejandro Moreno y Marko Cortés ganan migajas legislativas y Xóchitl Gálvez va directo al despeñadero.
CACIÓN, DICHO O REFRÁN
El que compró todos los boletos…
En otro orden de ideas y con miras a los puestos legislativos federales y locales del Estado de México, es interesante ver el escenario. Como se ha mencionado en anteriores columnas, el ex gobernador priista Eruviel Ávila Villegas tiene un pie en cada una de las pistas del circo; lo mismo juega de malabarista, que de equilibrista y mago. Está en el control del PRI Edomex con Ana Lilia Herrera Ánzaldo de presidenta, quien fuera su Secretaria de Educación y su principal carta para ser candidata al gobierno del estado en el 2017, cuando Alfredo del Mazo Maza se le adelantó; y también con su incondicional, Alejandro Castro, que no hace mucho se dejó ver con el líder del Partido Verde en la entidad Pepe Couttolenc, aunque ahora sea el flamante Secretario General del ruinoso PRI. Por otro lado, Eruviel Ávila tiene copado al Partido Verde en la entidad con su alfiles y torres como Cruz Juvenal Roa, Tania Rellistab y los ecatepequenses Indalecio Ríos y Erasto Martínez, que ya se relamen los bigotes para tomar por asalto al PVEM. Parece que Pepe Pepenas nada más se quedará mirando cómo lo usan sus dirigentes nacionales. Por si fuera poco, Eruviel junto con otros peñistas como Carlos Ramírez Marín, Nuvia Mayorga y Alejandro Murat (ex gobernador de Oaxaca) ya están con Claudia Sheinbaum. En los acuerdos, Ávila Villegas se quedará con posiciones para los suyos y en una de esas para él mismo, tal vez en la cámara de diputados federal.
La chamaqueada va tomando forma…
Mientras, Morena se agandalla todas las candidaturas al Senado de la República. En relación al Partido Verde y su acuerdo con Morena en el Estado de México para que sea el partido guinda quién proponga las fórmulas al Senado de la República, la dirigencia nacional guinda impuso a Higinio Martínez Miranda (relección) y milagrosamente el Verde propuso a la alcaldesa de Tecámac, Mariela Gutiérrez como propietaria de la segunda fórmula. Cierto es que la fuerza de Morena dobló a Pepe Pepenas y que los votos que pregona que tiene en la realidad no son tales y que su cercanía con quienes toman las decisiones en la 4T es más fantasía de su megalomanía. Imaginemos a Pepe Couttolenc triste y cabizbajo pero dicharachero diciéndole a sus huestes: “no voy de senador porque la maestra Delfina me quiere cerca, es así que me sacrifico por los delegados del verde para que ellos sí tengan candidaturas”. El problema se vendrá seriamente en unas semanas cuando los delegados y militantes verdes vean como las candidaturas, las posiciones en el gobierno del estado, sigan siendo escasas y para los tamaulipecos, vamos, para el Club de Toby de José Alberto Couttolenc. En una de esas el Verde terminará siglando candidaturas a militantes de Morena como parte de una genuflexión generosa. ¿Pues no que en el Verde, como pregona a los cuatro vientos Pepe, es tiempo de jóvenes y de una nueva manera de hacer política?
¿Y la fotografía oficial para cuándo?...
Por cierto. Los presidentes de la República y gobernadores de todas las entidades, bueno hasta los alcaldes del país, lo primero que hacen al asumir el cargo es tomarse la fotografía, montarla en cuadros y enviarla a las oficinas gubernamentales. A ver cuándo se les prende el foco a los encargados de la imagen institucional del Gobierno del Estado de México para tomar y mandar a imprimir la fotografía oficial de la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez. Están por cumplirse cuatro meses de la actual gestión y en las secretarías y oficinas del sector central y auxiliar aún no está el cuadro institucional de la maestra. No es un asunto de ego o narcisismo, es un protocolo para darle garbo político e identidad a la administración pública del estado con la mandataria al frente. Los colaboradores de Delfina dijeron que en enero comenzaría a verse el sello del nuevo gobierno y salvo el slogan de “El Poder de Servir”, lo que seguimos notando es que en la mayoría de las oficinas, en exterior e interior, abunda el emblema del anterior gobierno priista de Alfredo del Mazo y su “Decisiones firmes, resultados fuertes”.
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