Delfina Gómez. Rodeada de ‘malandrines’ que ya sueñan con el 2024.
Acuerdos entre Oscar González y Mario Delgado desatan enojo en Morena.
Metepec, Secretaría del Trabajo, Junta de Caminos e ISSEMYM para el PT.
Con su voto mexiquenses rechazarán a quién no quieren que se los trague.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
Lo ocurrido este sábado durante el evento proselitista en Metepec de la candidata a gobernadora de Morena-PT-Partido Verde, Delfina Gómez Álvarez, retrata a la perfección lo que son y representan esos aliados de la Cuarta Transformación que rodean a la maestra:
“Una horda de políticos hambrientos, oportunistas y ventajosos. Unos auténticos malandrines electoreros”.
La burda y abucheada presentación de empresario Ublester Santiago Pineda -quien apenas hace unas semanas era empleado del ayuntamiento prianista de Metepec- como nuevo aliado de Delfina Gómez confirmó lo que en este espacio expuse hace 10 días:
El encuentro, en medio de unos tequilas y taquitos de cochinita, que la noche del jueves 20 de abril –después del debate entre Delfina Gómez Álvarez y Alejandra del Moral Vela- tuvieron ahí mismo en Metepec el dueño de la franquicia del Partido del Trabajo Estado de México, Oscar González Yáñez y el presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, donde se acordaron dos candidaturas para el 2024: la de Ricardo Moreno para Toluca y la de Ublester Santiago para el Pueblo Mágico.
Delfina no sabía ni quién era Ublester, pero posterior al evento le dieron la radiografía de éste que, según Oscar González es un exitoso empresario. No obstante, la maestra debe saber que Ublester fue un morenista que en las elecciones del 2021 decidió apoyar el proyecto del PRIAN para que el también empresario Fernando Flores llegase a la alcaldía; que trabajó hasta hace un mes como Director de Educación municipal y que fue el responsable de haber llevado a estudiantes uniformados del CBT-2 a un evento de precampaña de la priista, Alejandra del Moral Vela, en febrero pasado.
Delfina Gómez y Morena tendrían que estar preocupados por el personaje que les acaba de clavar Oscar González en Metepec. Y es que así como hay quienes afirman que Ublester fue el infiltrado del PT en el gobierno de Fernando Flores, ¿quién les garantiza a Delfina y a Morena que Santiago Pineda no sea hoy el espía de PRI y PAN para impedir el regreso de la 4T en el Pueblo Mágico?
Eso no se lo dijeron a Delfina y mucho menos le pasaron la tarjeta donde se advertía que en una “cena de negros” Mario Delgado y Oscar González planearon las candidaturas del 2024 de Toluca y Metepec, antes de ganar el 2023.
Los que seguramente sí lo sabían eran el coordinador General de Campaña, Horacio Duarte Olivares; el senador con licencia y Delegado Especial del CEN de Morena, Higinio Martínez Miranda; y la presidenta estatal del partido, Martha Guerrero, quienes curiosamente no asistieron al evento de Metepec de este fin de semana.
¿A caso preveían que Oscar González subiría al templete a Ublester Santiago para sorpresa y penosa exposición de Delfina Gómez? Porque deben saber que quienes movilizaron a la mayoría de los asistentes al Teatro Quimera de Metepec fueron Oscar Ruiz, operador del alcalde de Ecatepec Fernando Vilchis; la regidora de ese municipio, Jésica Suárez y el líder del sector juvenil de Morena, José Benítez. El PT de Oscar González se colgó de la convocatoria regalando gorras y banderitas rojas; metiéndole un gol en fuera de lugar a Delfina y a Morena.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Se avecina el saqueo…
Las encuestas de la 4T que le asignan a Delfina Gómez entre 15 y 25 puntos de ventaja sobre Alejandra del Moral, no le dan al PT ni el 2% de las preferencias electorales. Si Delfina y Morena le pagan su insignificante adhesión a Oscar González y al botarate Partido del Trabajo con la candidatura de Metepec en las elecciones concurrente del 2024 y si llegasen a ganar, le estarían entregando a los petistas uno de los municipios más ricos del Estado de México. Metepec está en el Top 5 de los ayuntamientos con mayores recursos de la entidad; es –luego de Huixquilucan- el segundo territorio con la mejor calidad de vida en el estado; su nivel de captación de impuestos locales y estatales es de los más altos; su alta actividad económica, empresarial y de servicios es indiscutible… ¿eso es lo que vale el PT? Esperen, no es todo. Este columnista les puede confirmar que el “acuerdo oculto” de la alianza entre Morena-PT-PVEM establece que de ganar la gubernatura el 4 de junio a los petistas les darán, entre otras áreas del gabinete mexiquense, la Secretaría del Trabajo, la Junta de Caminos y –agárrense- la dirección del ISSEMYM. ¡Dios nos ampare!
¿En la panza del tigre o del león?...
A punto de cumplirse la primera mitad de las campañas y salvo que exista una minuciosa auscultación de tipo psicométrico que nos revele alguna panacea electoral, no hay nada nuevo qué destacar en las candidatas a la gubernatura del Estado de México. No hemos sabido de algo extraordinario y mucho menos brillante de Alejandra del Moral Vela y Delfina Gómez Álvarez; lo que ya conocíamos de ellas sólo ha sido ratificado: sus gustos y pasiones; sus defectos y cualidades; sus deficiencias y habilidades; sus silencios y exaltaciones. En los 28 días de proselitismo ninguna propuesta que rompa los esquemas, absolutamente nada innovador. Ni Del Moral ni la maestra han sorprendido al electorado para bien o para peor, porque lo malo de ellas ya es de sobra conocido. Quizá es por eso que no se han modificado sustancialmente las preferencias electorales en las encuestas. Seamos realistas, el electorado no tiene nada diferente para ponderar entre una y otra; no hay, por el momento, sustancia o proyección suficiente para modificar los pronósticos hacia el 4 de junio. Este fin de semana tuve el honor de conversar con un ciudadano latinoamericano radicado en el Estado de México desde hace 10 años y me llamó la atención su visión sobre el proceso electoral que está en curso: “hasta antes de marzo, cuando se preveían tres contendientes (Alejandra, Delfina y Juan Zepeda de Movimiento Ciudadano) los ciudadanos mexiquenses tenían para escoger entre un león, un tigre o un cocodrilo como sus depredadores. Hoy sólo quedan el león y el tigre, cualquiera de ellos se los va a devorar”. Es decir, nos encaminamos a la elección del rechazo de “quién no quieren que se los trague”.
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