El IIFAEM cuenta con 741 personas que se dedican a la elaboración de pulque, rompope, whiskey de maíz, tecui, mosquito, entre otras bebidas; todas se pueden adquirir en las Tiendas Casart.
Los festejos de Año Nuevo son una oportunidad para fortalecer la identidad colectiva y promover la unión social a través del consumo local. El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) cuenta con 741 personas dedicadas a la elaboración de bebidas artesanales, de las cuales 409 son mujeres y 332 hombres.
Entre estas se encuentra el aguardiente de caña, una de las más emblemáticas en la región, especialmente en los municipios de Toluca, Atizapán de Zaragoza y Chicoloapan. Este destilado se origina a partir de la fermentación de caña de azúcar.
Rompope, una bebida dulce y cremosa elaborada con huevo, leche, azúcar y aguardiente o ron; especialmente apreciada en Toluca, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza y Zinacantepec. Su sabor suave y reconfortante lo convierte en una bebida ideal para acompañar cenas.
El pulque, bebida ancestral de origen prehispánico, sigue siendo una de las más consumidas en Texcoco, Malinalco y Chicoloapan. Se prepara a partir de la fermentación del aguamiel del maguey, especialmente en las comunidades rurales. Además, es común encontrar pulque curado, una variante que se mezcla con frutas como fresa o piña.
El destilado de agave se distingue por su sabor ahumado. Durante las festividades, el mezcal se disfruta solo o en cocteles, es común acompañarlo con rodajas de naranja y sal de gusano, rescatando las tradiciones regionales. Se elabora en Zumpahuacán, Malinalco, Tenancingo y Coatepec Harinas.
En el municipio de Valle de Bravo, el aguardiente de manzana, ingrediente principal de esta bebida tradicional, se consume especialmente durante las festividades de fin de año.
Comments